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martes, 29 de mayo de 2012

Clear eyes, full hearts.


En cuanto me levante quiero decirte algo.
Te diré que estoy bien y que eres mi tesoro.
Pero entonces - si no te importa- te dejaré una carta que dice todo lo que va mal y que yo no estaré para siempre.
Caen de los arboles; hay hojas que caen
llenas de sueños rotos, llenas de historias.
En una noche solitaria con ojos claros y corazones llenos.








domingo, 27 de mayo de 2012

Life in Mars.


Es un asunto horrible
para la chica con pelo de ratón,
pero su mamá está gritando “no”
y su papá le ha dicho que se vaya,
pero no encuentra a su amigo por ninguna parte.
Ahora ella camina a través de su sueño sumergido.

lunes, 21 de mayo de 2012

Kind of tensión.


Podría hacer añicos la pared a puñetazos, inventar una ventana, y caminar por las nubes mirando al horizonte a los ojos.

sábado, 12 de mayo de 2012

Las canciones telúricas.





No soy la última, no,
no soy más que una linterna
de la puerta del jardín
que creías tú la frontera.
Es solo el comienzo
lo que tomabas por término.
El universo es infinito,
por todas partes acaba y empieza,
y aquí, allá, arriba y abajo,
la humanidad es abierta,
y donde tú ves lo desierto
enjambres de mundo hormiguean.

martes, 8 de mayo de 2012

La vaca multicolor.




Tú y yo y la dependencia
Y las ganas de tenerla.
¿Cuántas cosas te has llevado?
¿Cuántas cosas aún nos quedan?

Y así nos fuimos dividiendo.
Y así nos vino encima el cielo.

Tú y yo y la marea
Y esta fuerza que nos lleva.
Y a veces estamos lejos,
Y otras veces tan, tan cerca.

martes, 1 de mayo de 2012

Me encanta cuando me salvas.


Media hora más tarde, los efectos de la inyección me vencen, los nervios ceden y los párpados cesan su actividad. La reconversión de un ser humano en robot de hospital es increíblemente rápida. En primer lugar cambian tus andares, por el gotero y el pijama.
Luego la cama te engulle como una planta carnívora.
Muy pronto, cualquier sensación de sol o de viento desaparece y empieza a llover en el interior de tu cabeza. Te olvidas de reír, de caminar. E incluso si pruebas con los sueños, el dolor y sus escoltas meditosos se encargarán de recordarte lo muy enfermo que estás.
No obstante, lo peor es despertarse en pleno día en un cementerio de vivos. Nadie lee, todo el mundo bosteza delante de la tele. Es la época de las horas fofas, de los relojes flácidos al estilo Dalí. Los minutos se disfrazan de horas veo cómo lo hacen. Mi habitación es un horrible torno y las paredes se estrechan un poco más cada día.
Unas jeringas crecen en el techo y me orinan éter en los ojos. Me ahogaré entre sábanas. Convertirse en una sirena con pijama. Una sirena que ni siquiera sabe nadar.