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martes, 29 de noviembre de 2011

¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?

El cielo era de un azul tan intenso que dolían los ojos.
Sintió que algo importante quedaría para siempre en el aire, como si le hubieran arrancado el final a una novela que la había tenido atrapada y de la que no existía ningún otro ejemplar.


"Somos lo que queda de nosotros
 cuando nos rompen por primera vez el corazón".






No estas enamorado de ella,
sino enamorado de la vida a través de ella.
Stewart Emery.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Eres un maldito rayo.

Es bueno no pensar cuando te acaban de romper el corazón.


Tenía la ilusión de que huía de si misma.
Su vida ya era ciertamente circular y repetitiva.






Me tomó la mano una sola vez.
Nuestras mano permanecieron unidas como mucho diez segundos, 
pero a mi me pareció una eternidad.
Y cuando me soltó , deseé que el contacto no se hubiera interrumpido.
Yo sabía que me había cogido la mano de una manera espontánea, pero que, en realidad, lo había hecho porque deseaba hacerlo.
Aún hoy recuerdo el tacto de su mano aquel día.
En aquellos cinco dedos y en aquella palma se concentraban, como en un catálogo, todas las cosas que yo quería saber, todas las cosas que tenía que saber.
Al tomarme la mano me las enseñó.
Me enseñó que en el mundo real existía un lugar como aquél.
Durante diez segundos tube la sensación de haberme convertido en un pajarilo perfecto.
Surcaba el aire, sentía el viento.Desde las alturas podía ver paisajes lejanos. Tan remotos que no era capaz de vislumbrar su final.
Pero supe que existían. Y que algún día iba a visitarlos.
Esa certeza me dejó sin aliento, me hizo estremecer.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Carta de una desconocida.

Sólo quiero hablar contigo, decírtelo todo por primera vez.
Tendrías que conocer toda mi vida, que siempre fue la tuya aunque nunca lo supiste.
Pero sólo tú conocerás mi secreto, cuando sté muerta y ya no tengas que darme una respuesta; cuando esto que ahora me sacude con escalofríos sea de verdad el final.
En el caso de que siguiera viviendo rompería esta carta y continuaría en silencio, igual que siempre.
Si sostienes esta carta en tus manos, sabrás que una muerta te esta explicando aquí su vida, una vida que fue siempre la tuya desde la primera  hasta la última hora.



martes, 22 de noviembre de 2011

La gramática del amor.

El amor es un infierno 
donde te quedarías a pasar la eternidad.


Cada vez que cerraba los ojos lo veía a él.
Con sólo pronunciar aquel nombre, aunque fuera para sus adentros, temblaba por entero, como si estuviera en el Ártico con el corazón incendiado.






Concédeme tan solo una mirada  seré tuya eternamente.


"El mundo es para los valientes" 
¿Quién dijo que una chica no podía declararse?

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Queda poca ternura.

Cuando uno ha vivido algo magnifico y trágico,
 la obsesión por ese hecho se le adhiere a la mente como una segunda piel.



domingo, 13 de noviembre de 2011

No ha llegado la paz, ha llegado la victoria.

La gloria es una bestia, un monstruo, una mentira, una línea falsa en los libros de Historia.
Una victoria siempre es sucia.
Las victorias bonitas son para los cuentos infantiles.
Las de verdad están llenas de..






Era cierto: no había victoria, sino aplazamiento de la muerte.

viernes, 11 de noviembre de 2011

La culpabilidad es como el amor: tu no lo eliges.

Flotaba en un estanque mortecino, rebosante de rutina, donde no pasaban los días, ni los meses, ni los años.
Pero a la vez, sentía que todo sucedía muy deprisa.
Y mi corazón abatido, incapaz de olvidar a sus fantasmas, no lograba curarse para volver a disfrutar de la alegría de vivir.
Tu muerte fue un abismo sin fondo. Me hundí en él y pensé que jamás saldrías.
Pero el tiempo, ese tiempo mutado, puso las cosas en su sitio.




Lo que me importaba y me seguía importando era huir: huir de lo que había hecho. Huir de mi misma.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Todo se volvió negro.

Me miraba, sombrío y lúcido. Fue eso, su lucidez, lo que me hizo comprender y, al hacerme comprender me aterrorizó. 
Di un paso hacia él, intente dar otro. Las piernas me fallaron.
Tuve que sentarme, en la silla de madera, junto al sillón.
Lo miraba atónita, esperando una palabra que negara mi negra intuición.
Me puse en pie, sentado era incapaz de respirar.
Y luego me asaltó otro impulso: salir a la calle, escapar del lugar donde me repetía lo que no podía ser. 






Tu ausencia ¿cómo aceptarla? ¿De repente, sin una despedida? Tu presencia arrebatada de cuajo, sin adiós.
Muerto, saliendo así de mi vida.
Imposible. Tú no.


Pero no llegue a abandonar el piso. 
Un ahogo denso me subió dese es estómago, me nubló la visión.
Me desmayé al comprender de repente que no volvería a verte. Que ya no existías.
Al fondo de mis oídos sonaban tambores.
Los tambores eran arrítmicos, sordos, retumbaban en mi pecho y hacían vibrar los barrotes de la cama.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Mi bando eres tu.

Lo cierto era que solo me importabas tú, tu felicidad y tu paz. 
Y tu salvación y tu paz dependían de la salvación y la paz de Madrid.
Por eso luché. Pos eso, sin otra ideología que tú hice mio el "¡No pasaran!" que cada vez sonaba en más bocas.
La Historia cuenta las derrotas o las victorias, pero es incapaz de ponerse en la piel y el corazón de un soldado aislado, individual, que corre fusil en mano sin saber hacia donde; que solo ve fuego y oye explosiones; que no tiene más amigo que el soldado que corre junto a el, y de pronto cae muerto, sin otra orden que obedecer que la de los latidos de su corazón aterrado en el pecho.
Y la Historia, también, enumera los nombres de lugares gloriosos donde se han ganado o perdido batallas.
Pero el soldado solo ve el muro derruido, la esquina de piedra o el campo abierto por el que aparecerá, solitario como él, el enemigo armado. 





martes, 1 de noviembre de 2011

El que tenga al amor, que lo guarde en el bolsillo.

Tomamos el café sin prisa.
El silencio no nos incomodaba; al contrario, lo disfrutábamos 
como en esos raros momentos de soledad puntual 
en que uno se encuentra a gusto consigo mismo.