Estar enamorado es exponerse a un naufragio constante.
Naufragamos con cada fracaso.
De lo que se trata es de sobrevivir a las tempestades para que, algún día, podamos llegar al puerto donde alguien nos estará aguardando solo a nosotros.
Lo importante para un navegante del amo es tener claro en que puerto quiere desembarcar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario